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jueves, agosto 11

La brújula y otros atuendos de viaje

Dulce noche de verano como colofón a una etapa que había emergido hacía ya algún tiempo casi sin intenciones, ni implicaciones, ni expectativas de nada, pero lo importante es que todo se había ido tejiendo con la delicada y exquisita fluidez de cuando no se espera nada y resulta que grandes cosas se ofrecen a la vez. 
Se ofrecieron risas, nuevas ilusiones, dulces miradas, complicidad, sorpresas, brindis, de licor digestivo con sabor a  regaliz, al suelo y al infinito, palabras de buenos deseos, cálidas y contenidas emociones de saber que había algo sólido y verdadero entorno a la mejor postal nocturna y que ahora iluminaba esa gran palabra que era para ella, "amistad". 
Consciente de que no se cerraba etapa, sino que continuaba en el deambular de la vida errante, sin rumbo, o con el rumbo marcado ya por una brújula que siempre nos apuntaría al Sur. Ya todos nuestros polos estarían para siempre imantados en el Sur, como máximo recibidor del que siempre espera y siempre recibe con los brazos abiertos por muy al Norte que queramos huir. 
Deseaba que esa brújula, guiara, nos guiara siempre de la mejor manera posible, hacia algún punto sabio, en calma y dicha. 
Aquella mañana al despertar, tras la resaca después de la noche de verano con sabor a regaliz, tragó saliva para deshacer el nudo que le producían las despedidas...o mejor dicho los "hasta pronto". Podría haber hecho un discurso, como en su sueño, de gratitud y bondad por todo lo bueno que se había ofrecido, ella era así y no podía evitarlo, pero acariciaron el nuevo rumbo, sonrieron y bromearon con "Cayetana", siempre una carcajada sienta mejor y ayuda eliminar de manera más fácil los nudos atravesados y a relajar los ánimos tristes del adiós.

11 comentarios:

  1. Chica, se me ha puesto la piel de gallina!
    En cualquier caso haces bien; "sonríe porque sucedió"

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  2. Este es el último comentario que escribo por hoy. He llegado aquí por casualidad, o por causalidad. Cosas de Twitter.
    Me alegra mucho que finalmente te hayas lanzado a escribir...Tantos años animándote a ello...Lo haces muy bien.
    He leído casi todos los posts. Alguno difícil de leer sin que se escapasen las lágrimas, como el de 27 planos. Alguno duro de leer - Julio 2009- que confirman evidencias y responden por qués...Yo te he perdonado.
    Ni siquiera me dijiste que habías empezado a escribir un blog.
    Aunque me han pedido nuestras vivencias de tantos años por escrito, sólo están en negro sobre blanco en mi cabeza. Responderían casi todos los por qués. Quizá algún día esas memorias vean la luz.

    Leer tu blog me ha ayudado a acercarme un poco a ti. A sentirte como una amiga con la que comparto el tronco del árbol de mi vida. A reconocerte de nuevo en parte. A superar tanto dolor, un proyecto de vida truncado, haberlo perdido todo, tantas cosas que nunca comprenderé.
    Somos lo que hemos vivido. Y "quien quiera ganar la vida la perderá, y quien pierda su vida por mí la ganará".

    Y creo que en definitiva, la respuestas a las preguntas están en que te respondas a ti misma, sin miedos, honesta y auténticamente la pregunta ¿quién soy yo? Una vez que te aceptes y te quieras como eres, y no tengas miedo a ser tú misma todos los fantasmas desaparecerán, será la paz interior la que ya no desaparecerá, y entonces podrás encontrarte de nuevo conmigo y yo contigo...sin daños, sin dolor, en paz, como en aquellos buenos años.
    Aún en los perores momentos, aún estando con un pie en el otro mundo abrazando a la muerte, consecuencia de la locura que vivimos, siempre he buscado tu bien.

    Ahora soy una persona nueva en una vida nueva. Aunque sigo comiendo chocolate en un sofá blanco leyendo trading.

    Sólo deseo que tú también vivas esa vida nueva, con los buenos momentos que tu corazón, el que he conocido de verdad, se merece. Y espero que tú misma te des la oportunidad de vivir lo que llevas escrito en el corazón, y que sinceramente creo que no es lo que has estado persiguiendo los últimos 10 años, y de lo que creo que también tú te has dado cuenta...Aunque yo siempre me equivoco.

    Que el Señor te bendiga y te guarde, te guíe por su camino y te conceda la paz.
    Que tu brújula siempre te indique el recto camino (Tao Te Ching)

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  3. El de antes era el penúltimo...Busca tu nuevo camino, sigue escribiendo y no esperes nada, deja que Dios te sorprenda con lo que tenga preparado para tu vida. Personas con tus mismas inquietudes e intereses aparecerán, gente sana para ti.

    La escritura te hace ser más tú, te permite reconciliarte con ti misma y conocerte mejor.

    Me voy a París.

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  4. La cultura de la mentira se ha instalado en el poder y en muchas relaciones humanas. De tal manera que hoy nadie se fía de nadie. Se está a la defensiva y la convivencia social se ha distorsionado por falta de veracidad. La palabra humana ha perdido todo valor y la manipulación del lenguaje es el arte de la posmodernidad donde hablar de verdad objetiva, absolutamente independiente del yo, es evocar los espíritus de la intolerancia.


    La necesaria verdad. Por monseñor Juan del Río Martín

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  5. Hoy he releído algunos posts de tu blog y me han producido una honda tristeza. Tristeza que se adivina fácilmente en tu mirada. Me gustaría tener alguna palabra que te ayudase, pero de nada sirvieron tantas veces repetidas en 15 años.
    La vida es muy simple. En eso reside su belleza. En lo cotidiano, lo sencillo, en la normalidad que da el auténtico sentido a nuestras vidas, lo que las hace felices y dichosas, venturosas. Yo fracasé en el intento de mostrarte esa verdad de la vida. No hay más sordo que el que no quiere escuchar, ni más ciego que el que no quiere ver.
    Pero tienes tiempo encontrar la paz que tanto anhelas. Insisto en que buscas sentido y respuestas allí donde nunca las encontrarás.
    Parar, hacer silencio, verse uno por dentro tal cual es, dejarse mirar por Dios, abrirse a Su amor, querernos como nos quiere Él, tal como somos. Algo ya has experimentado en la naturaleza. La oración en la naturaleza te ayudará, es auténtica medicina para el espíritu.

    Nuestros caminos tomaron sendas divergentes. Al punto que se llegó ya no había retorno, era ya todo destrucción, pero espero que al menos saques algo bueno de lo vivido, algo que te permita recuperar el sosiego, la tranquilidad, la alegría y felicidad que disfrutaste, quizá sin llegar a valorar por entonces su auténtica dimensión.

    Te deseo paz, paz en el corazón.

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  6. Muy certeras las palabras de monseñor Juan del Río Martín. Vivimos en la cultura de la mentira, de lo superficial y fugaz. La palabra ha perdido su valor, ciertamente, y hablar de verdades objetivas evocan el espíritu de la intolerancia.

    Lo que dice monseñor ha inundado los hogares rompiendo muchas vidas, muchos matrimonios.

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  7. He estado reflexionando sobre dos cuestiones, creo que fundamentales en lo que escribes. Son además recurrentes. El nihilismo (la nada, el vacío) y la ausencia de esperanza. Son los dos grandes males de nuestro tiempo. Y además son dos males muy contagiosos.
    ¿Cómo ayudarte a que encuentres la esperanza que no caduca, la definitiva, la que yo he encontrado? La esperanza que salió a mi encuentro y que ha cambiado mi vida para siempre. No es fácil porque rechazas su Palabra.
    ¿Y ese vacío? Ese vacío que destruye a la persona lo conozco. Lo hemos compartido. No es bueno. Pero hay otro vacío, un vacío que repara, construye y libera. Es el vacío en el que nos despojamos de nosotros mismos para que Dios ocupe ese espacio en nuestro interior, para que nos llene de Su amor y misericordia, para poder dar así ese amor y misericordia que recibimos a todo lo que nos rodea: personas y toda la creación.
    Le pido a Dios muchas veces por ti, que te ilumine y que te conceda recuperar el don de la fe. Aquel que tuviste años atrás.

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  8. La reflexión de hoy:

    Abandonaste una vida que era anodina, sosa, aburrida, sin color -según tu impresión y testimonio en el blog- para vivir la vida alocada que imaginaron tus delirantes pensamientos. Una vida que conduce al vacío, la soledad y el desencanto, como no podía ser de otra forma. Fuiste libre para elegirlo, como siempre fuiste libre en todo.
    Los cientos de descalificaciones y faltas de respeto -gravísimas- evidentemente tendrían un límite como lo tuvieron. No voy a entrar a detallar, pero en ello encontrarás muchos por qués que lanzas en el blog. Y yo no soy perfecto, también me equivoco, pero llegaste demasiado lejos, ningún ser humano, te diría que ni un animal lo consentirían.
    Lógicamente no querrás recordarlo, te lo negarás a ti misma siempre, porque es duro que veas partes de ti misma que no te gustan y que te reconozcas en ellas. Yo no te reconocía y quiero pensar que aquella no eras tú. Sigo pensando que eres una buena persona y que tu corazón no es imagen de aquellas perversiones debidas a un delirio de tintes infantiles y gran inmadurez.

    Corriste un gran riesgo llevando las cosas tan lejos, no ya sólo por el gravísimo daño a mi salud. En esto también puedes encontrar más por qués. Llevo más de 6 años de recuperación y quizá no me recupere jamás, eso sólo Dios lo sabe. Una enfermedad con dolores espantosos a la que jamás debí haber llegado. El cóctel químico que lleva mi sangre para poder aguantar cada día es ahora muchísimo menor que el que tenía que tener en aquellos días gracias a Dios.

    Las cosas llegaron tan lejos por cuatro razones: porque te amé hasta las últimas consecuencias, porque busqué tu felicidad olvidándome de la mía, porque era leal a mis votos, y porque no quería arruinar mi recuperación teniendo que ponerte en el sitio que merecían tus palabras y tus actos. Pero quisiste echarme de tu vida y lo conseguiste. Me pusiste en el límite de la supervivencia, y ya no podía pasar por una nueva Pasión como la de Cristo otra vez, mi cuerpo, mi mente y mi espíritu no lo soportarían, ya me lo habían avisado los médicos.
    Espero que hayas aprendido que no hay que llevar a las personas hasta el límite. Y si lo haces, hay que estar preparada para las consecuencias, que podían haber sido muchísimo peores.

    Te quejas de que no haya querido hablar contigo. Mejor que haya sido y sea así. Creéme.
    Poner punto y final me costó una recaída muy seria, con graves consecuencias para mi persona: gravemente enfermo de nuevo, solo, arruinado y teniendo que salir de casa, sin tener dónde ir en la ciudad, pasando a vivir de la caridad y el amor misericordioso de los herman@s de la Iglesia por unos meses -familias y personas a las que desprecias-, y de la ayuda de mi hermano. Acogido, alimentado y cuidado. ¡Es lo que te has buscado! me decías. Desde luego que me lo busqué al amarte hasta el límite.
    Tú tenías disponible el piso de tus padres, un trabajo bien remunerado, y el normal desencanto y dolor, aunque con esa ¿libertad? y vida colorista tan deseada por ti que no han hecho sino esclavizarte y amargarte. Decías que eras benévola y generosa conmigo...¡cuánta inconsciencia! ¡Qué imagen tan distorsionada de la vida! Por lo menos, te has dado cuenta del tesoro que tuviste, no yo, sino aquel nosotros.

    Pero la gracia y la misericordia de Dios con sus hijos es infinita, y a pesar de todo, soy muy feliz por todos los dones que Dios me da y me ha dado, incluso el del sufrimiento tan extremo. Estoy muy bien, pobre y bienaventurado, cargando con mi cruz; pero en mi debilidad, se hace presente Dios y se hace fuerte en mi.

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  9. Y termino mi reflexión con unas palabras de Osho...
    Para vivir plenamente feliz, tu corazón debe amar, amar, amar...y para amar de verdad no puede existir en tu corazón ni el ego, ni la posesion hacia el ser que amas, porque asi no amas realmente, sufres y haces sufrir. Abre tu corazón al Amor pleno, lleno de paz interior, donde solo Dios habite y a través de El, puedas amar sin condiciones a esas personas, que el mismo Dios, pone en tu camino.

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  10. Termino esta serie de comentarios con algo que siempre dices y que es muy cierto: que los recuerdos sean dulces. Los recuerdos de los tiempos felices, y los momentos de felicidad, de paz, de tantas cosas buenas. El recuerdo y el pensamiento de lo que mereció la pena vivir...Y fue real y existió. Lo que forma parte de lo que hoy somos, de lo que queda grabado en nuestra esencia personal.
    Insisto con lo que decía al comienzo: sigue escribiendo y encuentra tu camino de paz.
    Como tantas veces me escuchaste: eres mejor de lo que piensas; atrévete a ser tú -con autenticidad- y busca el entorno, el contexto y las personas que lo favorezcan. Lo sencillo y lo auténtico son los pilares de la vida dichosa.

    Que el Señor te bendiga y te guarde, te guíe por su camino y te conceda la paz.

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