Mientras vivimos, vamos aprendiendo, paso a paso intentamos caminar en equilibrio y nos caemos, pero
No podemos controlarlo todo, es imposible.
Los agentes extraños penetran en nuestra vida sin pedirnos permiso, irrumpen en ella y así entran invadiéndonos sin más, se apoderan de nosotros y hay veces en las que no tenemos más remedio que rendirnos ante ellos y esperar a morirnos lentamente. Pero, hay otra veces que debemos buscar un remedio desesperadamente, poner una medicina y esperar que nos haga efecto y nos cicatrice. Con paciencia y optimismo, dosis de fe y mucha confianza, terminamos por aprender a convivir con ellos.