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lunes, septiembre 19

Soltando amarras

Al final de cada etapa ella solía parar, tomar un periodo de "stand by" e introspección, hacer valoración personal y reflexión en modo positivo....y así continuar con los bolsillos llenos de bondades, desechando los chinitos que sólo hacen estorbar y quitan el espacio que sólo deben ocupar las bondades. Era su única forma para seguir avanzando y tomar un aprendizaje que fuera más sabio cada vez.
Caminar por la delgada y fina cuerda roja le producía vértigo, pero lo asumía. Si miraba hacia abajo toda su visión desde la altura se distorsionaba y sólo le quedaba seguir andando mirando al frente con decisión y coraje, sólo miraba hacia adelante, en cada paso firme se afanaba en dar el siguiente paso mejor que el anterior y más perfecto cada vez, sin temblar ni tiritar por el vértigo y resultaba que casi lo conseguía. Y eso le animaba a seguir caminando...
Esta delicada cuerda roja ahora llegaba a su fin, se había aventurado a caminar por ella porque sí, así su instinto le decía, asumió los riesgos que comportaba y se lanzó a seguir por ella casi sin pensar, sólo alentada por la ley de la atracción, sin miedos. Bueno sí, aparecieron miedos pero supo cómo esfumarlos. Sí, aparecieron prejuicios y también supo cómo ponerles freno. Aparecieron vacíos y supo cómo llenarlos. Aparecieron espacios fríos y supo cómo darles algo de calidez. Y también  aparecieron complejos que también supo cómo transformarlos. Por lo que el caminar por esa cuerda tan delicada al final le reportó una gran lección aprendida, otra más para su delicada existencia.
 "The Moorings"Imagen de P. Presuti 
Poner el pie justo al final de la meta fue reconfortante, se sintió segura de sí y más fortalecida. Ahora, sabía mucho más sobre la naturaleza de cada paso suyo. Ahora sabía que su vida no era no otra cosa nada más que las implicaciones, todo lo que ocupaba su radio de acción es porque ella paraba todo para estar y comprometerse a andar por ella por muy delicada que fuera esa línea, todo su mundo implicaba ser vivido desde la única manera que tenía, desde el sentimiento que la guiaba y que era ya su único faro. Así sus padres le habían enseñado desde muy pequeña y así debía ser.

Ahora, sólo le quedaba mirar hacia adelante y seguir en su empeño. Los puntos finales de las líneas que vamos andando,  ponerlos cuesta un mucho. Pero, en cada interior uno sabe que debe ponerlos, cómo, cuando, dónde... En su línea imaginaria podría haber puesto puntos suspensivos, pero esa línea imaginaria ya sólo era parte de eso, su imaginación que era infinita. Replegaría velas y ahora, después de haber soltado  amarras se dirigiría a otro mar que esperaba... pero con el mismo faro de guía.



martes, septiembre 13

Un deseo! sólo un deseo!

Si tuviera que volver a la Ciudad de la Alegría y que aquel hombre amable y risueño volviera a amarrarle la pulsera de los tres deseos, ya sabría cual elegir!! al menos, ya podría formular uno!!!, no se quedaría callada y pensativa mirando al infinito sin saber bien qué podía desear...
Cuando no se sabe qué desear, nada puede llegar a tu vida, ni frío ni calor, ni bueno ni malo, ni polo positivo ni polo negativo, nada de nada, quizá que todo siguiera tal cual, casi incluso le daba vértigo desear... como si sintiera que ella nada lo merecía ya... nada nuevo podría llegar a su vida...¿qué deseo querría quedarse y abrazarse a ella??, cuando sólo quería quedarse sentada en su playa a contemplar el devenir del tiempo sin más...
Ahora, algo le había hecho despertar del estado de letargo, ahora  podría depositar un deseo sobre un nudo de su lazo, desearía poder emprender un camino sin más cargas de energías negativas, libre de más odio y rencor, de más culpa y reproche, para que el aire que respirara a cada paso no le siguiera asfixiando como lo hacía. Se le hacía extremadamente pesado ese deambular. 
Deseaba situarse en una nueva línea de salida en la que ojalá todos sus puntos sensitivos quedaran inertes y sin vida, en el vacío del no sentir, que todo lo que sucediera fuera fruto indiferente hacia ella... una línea fría y pasiva podría escoger ahora....total, ¿para qué tantos sentidos implicados que iba desperdiciando en balde....??. Sí! ya sabía que esto atentaba contra su esencia...pero, en el fondo sabía que era lo más conveniente e inteligente para poder respirar sin más dolor.
- Toda la energía que derrochaba a cada paso que daba ¿a dónde iba a parar?? si ya nada le reportaba alguna sinergia  que le inspirara, ¿para qué ofrecer tanto??- aturdida por tantas emociones encontradas, ya sus pensamientos divagaban sin sentido coherente y lógico... y eso le destruía un poco cada vez, le hacían marchitar más y más...
Y en estado de shock y lágrimas, miró su lazo verde que seguía ahí junto a su muñeca, al fin y al cabo era su única compañía fiel, y claro, no tenía ninguna pinta de que su deseo se cumpliera, el lazo amarrado era fuerte y con el menor atisbo de desatarse y ni un nudo se escaparía de ella.
El sol al ocaso nunca chocaría contra el mar al fin y al cabo..., y aunque ópticamente así lo pareciera era un mero espejismo y seguiría su curso normal,   y ella seguiría caminando sola por playas, en las  que ella decidiera estar. Allí, permanecería sentada y contemplando y pasearía con las mejores intenciones, las que sólo le nacían del alma. Bueno, sus buenas intenciones también eran deseos!





viernes, septiembre 9

Desde el cristal por dentro

Nueva tinta impaciente por reportar sobre su último viaje que le condujo al país de las fragancias herbales regadas por la quietud de la lluvia. Almacenó tinta verde, esta vez sería verde para poder contar todos los extensos paisajes que pudo contemplar regados por brillantes tonos esmeraldas.

Curiosamente aterrizó sin lluvias. De lo contrario, el sol le ofreció su más cordial bienvenida y ella incrédula le devolvió su cálido saludo. Aterrizó con su única compañera de viaje, la calma, y de su mano bajaba feliz las escalerillas del avión. Con ella viajaba últimamente sin premuras, ni premisas planeadas ni preestablecidas, era la mejor compañera de andanzas que nunca antes había tenido. Su único destino ahora era el de disfrutar de todo cuanto se ofreciera ante sí, así que caminó y caminó por los largos pasillos del aeropuerto con las manos y los brazos abiertos de par en par, los ojos y los oídos y todos sus sentidos bien abiertos y despejados para capturar todos y cada uno de los momentos que estaban por llegar.
Y especiales y felices momentos llegaron reposados saboreando tazas de té y café a la luz acogedora de la dúctil calma que brillaba más que nunca, disfrutando de espacios en donde sólo se paseaba dejándose arrastrar por el "dolce far niente" improvisado.

Mudarse a un nuevo escenario de color esmeralda podría ayudarle a disipar los negativos presagios que le habían acompañado en sus últimos días. - ¿Cómo sería su vida si sólo la observara desde el cristal por dentro...?, ¿cómo la sentiría si su piel y todos sus sentidos fuesen de vidrio?. Podría ser un cristal, pero con infinitos poros matizados para seguir sintiendo y reflejando, y no dejar de hacerlo nunca, y si eso ocurriera, si sus poros se cerraran... esa sería su peor condena... - pensaba, mientras sus sentidos buscaban hasta encontrarse al otro lado del vidrio con el chico valiente que la esperaba.

Dar un pedacito más de su fragilidad le costaba, aún sin casi abrir poros que le hicieran todavía más quebradiza . Su cristal, en pretérito, quedó roto en mil añicos y se había quedado ya muy débil, se tiñó en casi ahumado, había ido mutando y desvirtualizando sus percepciones externas e internas, y eso le llevó un día a su más absoluto ocultamiento tras él. Y... sí! ese cristal ya no le servía de nada ni para nada...
Puede que quizá, aún, estuviera a tiempo de transformar o cambiar el cristal por dentro por otro en multicolor y  a su vez, lo más transparente posible reflejando y contemplando  nuevo prisma de luz. Una luz que le hiciera visible sensasiones que sólo ella pudiera percibir con patente de exclusividad, aún corriendo el riesgo de que fuera un cristal extramadamente frágil, lo asumiría así, con tal de no perderse tal monopolio de sensaciones cargaría con su puzzle de cristales frágiles ...a donde hiciera falta, incluso hasta el país de las fragancias herbales.
Y de esta forma, situarse en un nuevo meridiano  le motivó y ayudó para dejarse ver tras el nuevo cristal multicolor, con todos sus matices más o menos brillantes, y a través de él pudo admirar y sentir las bondades cristalinas que la vida le seguía ofreciendo, especiales y felices momentos tintados en verde esmeralda que guardaría para sí, tras su cristal por dentro para siempre.