Cambios continuos e irracionales de mareas y ella se dejaba mecer sometida a ese ritmo y como por inercia. El vaivén de las olas le arrastraba y le devolvía continuamente a nuevos y extraños escenarios, desconocidos y ajenos.
Las mareas últimamente le acunaban de este a oeste y de norte a sur, movimientos transversales y rotativos que iban tejiendo una danza que intentaba comprender para asimilar de forma óptima. Pero oscilaba sin orden ni concierto, o quizás anudaba una coreografía en la que el orden no era prioritario, o puede que errara en el orden supuesto que interpretaba, o puede que fuera un orden enigmático y encubierto, o reinaba simplemente el desorden....
Las mareas últimamente le acunaban de este a oeste y de norte a sur, movimientos transversales y rotativos que iban tejiendo una danza que intentaba comprender para asimilar de forma óptima. Pero oscilaba sin orden ni concierto, o quizás anudaba una coreografía en la que el orden no era prioritario, o puede que errara en el orden supuesto que interpretaba, o puede que fuera un orden enigmático y encubierto, o reinaba simplemente el desorden....
- ¿Cómo vas a entender persiguiendo olas irrepetibles , exclusivas, desmoldadas y anárquicas? ¿alguna pista inteligible en un mundo en donde gobierna en la cima de su cresta la acracia?- seguía divagando, mientras se dejaba acariciar y balancear al son de cada ola que llegaba a su orilla.
Aunque, tal vez lo mejor sería que inquieta e impaciente por la espera de ver llegar las olas, saliera a su encuentro a buscarlas, encontrarlas y diseccionarlas pormenorizadamente antes de que rompieran, porque levantar un muro rompeolas para hacer como si no arribaran, no le convencía, ella no era tan cobarde como para ignorarlas.
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