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martes, mayo 4

Historia de un regalo sin regalar

Aquel presente que hubiera querido depositarlo en sus manos y que tendría que haber llegado a su destino, nunca llegó. Había sido adquirido filtrando gratitud, ilusiones y nuevos deseos para el nuevo año que comenzaba, algo así como hacer borrón y cuenta nueva.

Y como preludios del destino, es verdad que nada parte de cero, no existe un nuevo camino por comenzar, nada arranca desde la misma línea de salida, no existe borrón y cuenta nueva, no hay vuelta atrás.

Nuestros hechos vienen ya enlazados a otro pretérito, como otro eslabón que se queda unido irremediablemente al anterior eslabón de la cadena. El movimiento ya ha comenzado, sólo hay que continuar y seguir su baile encadenado de sombras y luces de la manera más coherente y sensata.

Con los ojos enrojecidos, comprendió,  enmudeció, pero reaccionó, aunque  la sensasión de vértigo volvió a invadirle una vez más. -¿¿Cuántas cosas dejamos por el camino!!-meditó.

Ahora trataría de pensar en qué hacer con el regalo sin dueño...

2 comentarios:

  1. el regalo sin dueño tiene un buen fin. Guardarlo en el último cajón del armario y descubrirlo después de muchos años y reirte de ello.

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  2. MÉTELO MEJOR EN EL CAJÓN DEL CONGELADOR..POR ESO DE QUE NO SE DERRITA...Y SI NADIE ES MERECEDOR DE LO QUE DAS...DATE UN GUSTO AL CUERPO Y REGÁLATELO A TI MISMA

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