Llegó feliz a la tan familiar estación, aterrizó con una sonrisa, allí había dejado momentos felices y menos felices, aquella maraña de árboles tropicales y tortugas sin sol le saludaban de nuevo, como una vieja amiga que tras largo tiempo se vuelven a encontrar, pero ahora se volvían a ver con caras distintas.
Tras un largo paréntesis, la vuelta al territorio hostil, había dejado de ser ya hostil para convertirse en simplemente neutral.
Le esperaban momentos de reencuentros y encuentros, de compartir notas musicales que bajo los influjos de los arcanos de fuego le producían alta descarga de energía. Y así, fue a pasear por barrios ya conocidos, tapear y birrear en viejos garitos familiares, subir a ver el atardecer desde el cielo, compartiendo conversaciones interesantes, risas y amistad, y de colofón nocturno el mejor directo escuchado, Arcade Fire, le impresionó, pero no tanto...ya sabía que la descarga de adrenalina en sus venas iba a ser tan brutal y bestial, como así fue... el milagro de la música ocurrió y lo vivió intensamente una vez más.
Así, el fin de semana le sorprendió ya sin neutralidad, todo lo contrario, compartió bellos momentos llenos de encanto y felicidad, sonrisas y charlas florecieron donde antes florecía poco cosa, y se fue por donde vino, pero cargada de vivencias sentidas con plenitud, hubo sol, lluvia, frío, calor, pies y manos frías y menos frías, taxis con nuevo rumbo, largos paseos y una agradable reconciliación con la hostilidad que ya se quedaba atrás.
me alegro muchísimo que la hostilidad mengüe. Hagamos que esta ciudad sea para siempre la ciudad de la amistad
ResponderEliminarRight!!! será la Ciudad de la Amistad (-CH), ya nunca más será hostil!!! ;)
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